13/04/11
Formosa cree en el ferrocarril Belgrano
Representantes de los sectores productivos, comerciales y sociales de la provincia de Formosa han coincidido en el valor de la decisión gubernamental de impulsar la reactivación del ramal C 25 del ferrocarril Belgrano, sobre todo a partir del reciente anuncio del gobernador Gildo Insfrán sobre la seguridad de los fondos para estos trabajos. A esto se suma el marcado interés que semanas atrás despertaran los trabajos orientados a la reactivación del primer tramo de 27 kilómetros del ramal ferroviario, entre la capital formoseña y Mariano Boedo, con labores como el reacondicionamiento del terraplén para su enripiado y la posterior colocación de los nuevos durmientes y rieles. El ramal ferroviario formoseño ya mostró su eficacia años atrás cuando se llegó a transportar unas 75.000 toneladas anuales, dentro de las cuales estaban casi 450.000 toneladas de petróleo que se exportaba al Paraguay. Cuando finalice el plan de trabajos, se crearán las condiciones para desarrollar a pleno las enormes potencialidades de la provincia. El trayecto en cuestión nace en Formosa y termina en Embarcación (Salta), tiene 702,5 kilómetros de longitud, de los cuales 194 circulan en el denominado Chaco-formoseño y salteño, y se vincula con el ramal C 15 de trocha angosta que permite conectarse con el resto de la red ferroviaria nacional y sus actividades comerciales. El trayecto tiene una gran importancia socioeconómica. Está vinculado al sistema multimodal al estar trazado paralelamente a la ruta 81 y terminar en la hidrovía. Eje de Capricornio El valor estratégico regional que el ferrocarril junto a la hidrovía y otras obras portuarias en curso consolidará a Formosa dentro del llamado Eje de Capricornio. Podrá ser la salida a puertos de aguas profundas de los océanos Atlántico y Pacífico, y vinculará no al NOA, con Paraguay, Brasil y Chile. Según el ministro de Planificación, Inversión, Obras y Servicios Públicos de Formosa, Jorge Oscar Ibáñez, la reactivación del ramal C-25 va a darle una ayuda muy grande a la ruta 81, ya que liberará a las cargas muy pesadas, citando como ejemplo típico el transporte de piedras, hierro, cemento y petróleo. Estas cargas que hoy vienen en camiones, podrían pasar al ferrocarril. Si se han invertido tantos millones de pesos en una ruta, con menos de la mitad de eso les sacamos las cargas para trasladarlas al ferrocarril, que es la oportunidad junto con el transporte fluvial de bajar el costo de los fletes de los productos del norte, explicó. El funcionario agregó que la destrucción del Ferrocarril Belgrano obedeció a políticas erradas y erróneas. De los 11.000 kilómetros operativos en la época de esplendor, quedan entre 3.500 a 4.000 con muy pocas locomotoras. (El Cronista)